lunes, 8 de febrero de 2010

JOSÉ WATANABE (1945-2007)



El anónimo

Desde la cornisa de la montaña
dejo caer suavemente una piedra hacia el precipicio,
una acción ociosa
de cualquiera que se detiene a descansar en este lugar.
Mientras la piedra cae libre y limpia en el aire
siento confusamente que la piedra no cae
sino que baja convocada por la tierra, llamada
por un poder invisible e inevitable.
Mi boca quiere nombrar ese poder, hace aspavientos, balbucea
y no pronuncia nada.
La revelación, el principio,
fue como un pez huidizo que afloró y volvió a sus abismos
y todavía es innombrable.
Yo me contento con haberlo entrevisto.
No tuve el lenguaje y esa falta no me desconsuela.
Algún día otro hombre, subido en esta montaña
o en otra,
dirá más, y con precisión.
Ese hombre, sin saberlo, estará cumpliendo conmigo.


Animal de invierno

Otra vez es tiempo de ir a la montaña
a buscar una cueva para hibernar.
Voy sin mentirme: la montaña no es madre, sus cuevas
son como huevos vacíos donde recojo mi carne
y olvido.
Nuevamente veré en las faldas del macizo
vetas minerales como nervios petrificados, tal vez
en tiempos remotos fueron recorridos
por escalofríos de criatura viva.
Hoy, después de millones de años, la montaña
está fuera del tiempo, y no sabe
cómo es nuestra vida
ni cómo acaba.
Allí está, hermosa e inocente entre la neblina, y yo entro
en su perfecta indiferencia
y me ovillo entregado a la idea de ser de otra sustancia.
He venido por enésima vez a fingir mi resurrección.
En este mundo pétreo
nadie se alegrará con mi despertar. Estaré yo solo
y me tocaré
y si mi cuerpo sigue siendo la parte blanda de la montaña
sabré
que aún no soy la montaña.

7 comentarios:

Unknown dijo...

"siento confusamente que la piedra no cae
sino que baja convocada por la tierra,..."

Pienso en estas lineas y siempre termino sintiendome vertiginosamente en un espacio detenido......

Gracias por compartir los poemas del maestro watanabe.

Voy descubriendo de a poco sus poemas giuliana, siga asi...sin descanzo.

saludos

Anónimo dijo...

Estan muy buenos los 2 poemas que publicaste de Jose Watanabe.

Leo dijo...

Watanabe,uno de mis poetas favoritos sobre todo por estos dos poemas insuperables

:)

Manu dijo...

Entonces la misteriosa fuerza que jala la piedra hacia ella debe ser el misterio de la inspiración del poeta, que pone desde su interior la palabra en aquel lugar del rompecabezas...

Saludos Giuliana ; )

Anónimo dijo...

Había leído hace algunos años a Jose Watanabe y me dejó gratamente sorprendido, descubrir poetas que han escrito tanto pero que a su vez no hemos podido leerlos por distintos motivos nos llena si cabe, de un aroma especial en sus versos.

Lamento su perdida.


Un abrazo literal y literario.

Elena dijo...

¿Tenés idea, Giuliana, dónde se consigue la obra de Watanabe? Llevo tiempo mandando mails a librerías peruanas, y si alguna me responde, es para decirme que son libros agotados.
Si tenés alguna noticia, me gustaría que me escribieras a mi correo: m_e_annibali@hotmail.com.
Un abrazo, y gracias.
Elena.

Unknown dijo...

me encanto tus poemas suerte¡¡¡¡¡

MI FE

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