
*a cargo de los poetas:
Héctor Ñaupari y Giuliana Llamoja
La cita es este Jueves 25 a las 6:00 p.m
en la casa de la Literatura Peruana
Referencia: Al costado del Palacio de Gobierno
Entrada Libre
- BLOG OFICIAL DE GIULIANA LLAMOJA -
*a cargo de los poetas:
Héctor Ñaupari y Giuliana Llamoja
La cita es este Jueves 25 a las 6:00 p.m
en la casa de la Literatura Peruana
Referencia: Al costado del Palacio de Gobierno
Entrada Libre
Febrero es el mes del amor, de la amistad y de los enamorados. La poesía, dicen algunos, es un arte que canta al mor. Pero no todos piensan así no a todas les gustan las rosas y los peluches.
Seis poetas de las nuevas generaciones participarán en un divertido recital de poesía titulado "Del amor al odio... unos poemas", donde se leerán textos de algo que puede ser amor pero a veces no es.
Karina Valcárcel (Lima, 1985)
Fue editora del fanzine "Heridita" hasta su último número impreso en el 2008. Ha publicado los libros: "Poemas Cotidianos" (Casatomada 2008) y "Una mancha en el colchón" (Lustra 2010)
Josefina Jiménez (Lima, 1984)
Poeta, performer y creadora de la marca de diseño independiente Yan Ken po. Dirigige la Asoaciación Cultural Moiras. Ha publicado el poemario "Casa de muñecas" (Ventana parchada, 2008).
Milagros Martínez (Lima, 1979)
Periodista, poeta y editora. Ha sido parte del equipo de producción de los programas "Vano Oficio", "De Arte", "El Espectáculo de la cultura" y "Palco Estelar". Su primer poemario "Síndrome de Estocolmo" no tiene fecha de publicación.
Giuliana Llamoja Hilares (Lima, 1986)
Obtuvo el Primer Puesto en mención poesía, en los Juegos Florales organizados por la Universidad Femenina del Sagrado Corazón. Prepara la publicación de su próximo poemario.
Carolina Pereira Rissi (Lima, 1977)
Diseñadora de modas, poeta y fotógrafa. Obtuvo mención honrosa en los juegos florales de la Universidad de Lima con el poemario "Un vicio Absurdo".
Alessandra Tenorio (Lima, 1982)
Ha publicado los poemarios Porta/Retrato (Campo de gules, 2005) y Casa de zurdos (Lustra Editores/CCE, 2008), considerado uno de los mejores libros del año por el diario El Comercio.
Desde la cornisa de la montaña
dejo caer suavemente una piedra hacia el precipicio,
una acción ociosa
de cualquiera que se detiene a descansar en este lugar.
Mientras la piedra cae libre y limpia en el aire
siento confusamente que la piedra no cae
sino que baja convocada por la tierra, llamada
por un poder invisible e inevitable.
Mi boca quiere nombrar ese poder, hace aspavientos, balbucea
y no pronuncia nada.
La revelación, el principio,
fue como un pez huidizo que afloró y volvió a sus abismos
y todavía es innombrable.
Yo me contento con haberlo entrevisto.
No tuve el lenguaje y esa falta no me desconsuela.
Algún día otro hombre, subido en esta montaña
o en otra,
dirá más, y con precisión.
Ese hombre, sin saberlo, estará cumpliendo conmigo.
Animal de invierno
Otra vez es tiempo de ir a la montaña
a buscar una cueva para hibernar.
Voy sin mentirme: la montaña no es madre, sus cuevas
son como huevos vacíos donde recojo mi carne
y olvido.
Nuevamente veré en las faldas del macizo
vetas minerales como nervios petrificados, tal vez
en tiempos remotos fueron recorridos
por escalofríos de criatura viva.
Hoy, después de millones de años, la montaña
está fuera del tiempo, y no sabe
cómo es nuestra vida
ni cómo acaba.
Allí está, hermosa e inocente entre la neblina, y yo entro
en su perfecta indiferencia
y me ovillo entregado a la idea de ser de otra sustancia.
He venido por enésima vez a fingir mi resurrección.
En este mundo pétreo
nadie se alegrará con mi despertar. Estaré yo solo
y me tocaré
y si mi cuerpo sigue siendo la parte blanda de la montaña
sabré
que aún no soy la montaña.